Para empezar nos fuimos, por supuesto a ver la Catedral, estaba abarrotada, y no me extraña, porque hacía un día precioso y en estas fechas es normal que mucha gente se acerce al templo.
Las vidrieras lucían con todo su esplendor, porque hacía un sol estupendo que las iluminaba.
Como buena turista Mª Jesús metió la cabeza y pidió un deseo... ya veremos si se cumple... y si nos lo quiere contar.
Para los seguidores de Café Quijano, esta escultura decora la puerta de su bar en León, La Lola, la obra es de un pintor y escultor de Villablino, Lolo Zapico.
Como no, no podíamos dejar de visitar el arcoiris del Musac.
Un molinillo de viento muy bonito, hacía mucho aire, por lo que giraba como loco, además era de elaboración artesanal.
Un molinillo de viento muy bonito, hacía mucho aire, por lo que giraba como loco, además era de elaboración artesanal.
Y después de tanto turismo cultural, como no, nos fuimos al Húmedo a toma unos cortos de cerveza con sus pinchitos correspondientes, en este caso una croqueta de morcilla, bueníiiiiiisima.
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