13 de mayo de 2009

¡Ya era hora!

Ya era hora de que invitase a Oscar y Marta a comer o cenar a mi casa algún día...
Y es que después de más de un año y medio en León y todo lo que han hecho por mí en este tiempo, la verdad, es una auténtica sinvergüencería por mi parte no haberles hecho antes una comida rica rica.
Pero como más vale tarde que nunca (el refranero español sirve para justificar todo), al final este domingo me arremangué y entre Miriam y yo preparamos una gran comida para ellos, Fran y Mónica a los que también debía una buena comida y unos amigos de Miri.
Y una cosa no quita a la otra asi que me puse diviiiiiiiina para cocinar, taconazos y todo.

De aperitivos preparamos unos "milhojas falsos de cecina, foie y membrillo" (lo de falsos es un secreto de la chef...), brandada de bacalao con salsa de pimientos del piquillo y crema de cecina con manzana confitada.


Como plato fuerte un auténtico Botillo del Bierzo. Para quien no sea de León o limítrofes y no sepa nada del Botillo, aunque con la publicidad que le da Luis del Olmo mira que me extraña que alguien no lo conozca, en la página de consejo regulador viene un montón de información: http://www.botillodelbierzo.es/eb_antecedentes.php
No voy a enrollarme, mejor que quien esté interesado lo lea. Lo que sí diré es que está compuesto principalmente de costilla de cerdo, rabo, especias, adobo de pimentón y ajo y un esmero en el ahumado y secado. Se suele servir con cachelos (patatas cocidas grandes), repollo y choricillo (por si era poco la cosa...). ¡Maravilloso! Todo esto regado con unos ricos vinos que nos trajeron Oscar, Marta, Fran y Mónica, gracias majetes!



Y por supuesto de postre nuestra famosa tarta Emperatriz Eugenia, que ya es todo un clásico en esta casa.


Después vinieron los cafés en mis tacitas del Gato Preto (gentileza de Mª Jesus) y como no... Orujo Ruavieja... igual de clásico que la tarta.

Después la cosa se animó más de la cuenta y varios de nosotros nos fuimos ¡de copas! un domingo a las 6 de la tarde.

Como es de imaginar la cosa acabó mal mal jajaja, menos mal que yo descanso los lunes porque hubiera sido muy duro ir a practicar bañada en gin-tonic.

Lo bueno de estas reuniones es que son como las bodas, de una sale otra y ya hay plan para este domingo: hacer pan en Chozas de Abajo en el horno de leña y el siguiente una auténtica fabada asturiana con la que nos va a deleitar Mónica, asturiana de pro.

¡Me encanta la gastronomía de este país!

Kissy kissy de vuestra Peggy más Peggy que nunca

5 de mayo de 2009

A Coruña

Este puente nos hemos ido una gran troupe A Coruña: Oscar, Marta, Álvaro, Camino, Abilio, María, Conchi y yo. Había que aprovechar que es el último puente que tengo hasta que termine las prácticas y también que tenía muchas ganas de volver A Coruña, porque había estado hacía unos años, pero apenas la había visto. La verdad es que me ha encantado.


Esta es la famosa plaza de María Pita, que es la estatura del centro. María Pita fue una heroína en la defensa de A Coruña contra un ataque en 1589 de la Armada Inglesa, dirigida por Francis Drake.




El puerto marítimo es precioso, A Coruña le llaman la Ciudad de Cristal porque todos los edificios del puerto tienen unas cristaleras muy impresionantes.


Esta instantánea me gusta mucho, porque en un fin de semana que se celebraba el Día de la Madre me pareció simbólica (cosas mías...)

Y por supuesto no podíamos dejar de visitar ni la zona de tapeo, vinos y cañas. Aquí Conchi y Oscar entregados a los porrones de vino dulce.



Y como no, un paseo por la playa metiéndo los pies en el agua. María disfrutó como la que más, acabó en bikini metida por completo en el mar.


Esta es la Torre del Milenio de 50 toneladas de acero y cristal con escenas de la historia coruñesa talladas en los paneles de vidrio, se proyectan hacia el cielo como símbolo de la Coruña del nuevo milenio y está en línea recta con la Torre de Hércules.

Y esta es la Torre de Hércules, mide 98 m. y es el único faro romano (siglo I d.C) y el más antiguo del mundo en activo.


Y aquí Álvaro y papá posando en el puerto marítimo.


El domingo nos fuimos a comer a Caión, un pueblecito de la costa precioso donde Marta veraneaba en su infancia y juventud.

Si se puede obviar mi "pelo pantenne" se podrá observar lo bonito del pueblo, en plena Costa da Morte.


Y lo agradable que es dar un paseo por él, la verdad es que daban ganas de quedarse.

Y el puerto de Caión que estaba repleto de barquitas que supongo que no podían salir a fanear, porque se puede ver que hacía un viento considerable.

Y de momento esta es mi última aventura viajera. Ahora me toca seguir con mi formación para llegar a ser una auténtica Piggy Chef.

Kissy kissy