29 de diciembre de 2011

Croquetas de espinacas, piñones y gorgonzola

A petición popular voy a daros mi receta de croquetas con espinacas, piñones y gorgonzola. La idea surgió viendo en programa en la televisión de bares de tapas, donde salía Casa Julio en Madrid. Y yo me pregunté cómo era posible que nunca hubiera ido a ese bar a probar sus deliciosas croquetas. Bueno nunca es tarde pero hasta que tenga oportunidad de ir... pues ¡yo me las guiso y yo me las como! 

Mi receta fue totalmente improvisada, como casi todo lo mío, así que voy a intentar explicar la receta con las cantidades aproximadas. Las fotos son propias, como se puede observar por su calidad, pero es que yo le hago fotos a casi todo... por si acaso el resultado merece la pena, como creo que fue el caso. 

Primero se pica un ajo muy finito y se pocha a fuego suave. 


A continuación se añaden las espinacas, unos 150 gr. muy picadas y sin tallo, que es más duro y no tan agradable para las croquetas. Se sazonan con sal fina y se saltean a fuego medio fuerte hasta que estén blanditas.


 Mientras tanto en una sartén se doran unos 75 gr. de piñones, ¡¡¡españoles por favor!!! su calidad es suprema, merecen la pena aunque sean algo más caros.


Una vez dorados los añadimos a las espinacas y rehogamos todo junto unos 3 min. para que se mezclen los sabores y aromas, los piñones tostados huelen a gloria...


Por otra parte se elabora una bechamel para croquetas, es decir:

65 gr. de harina
65 gr. de mantequilla (no margarina por favor... nada nada nada que ver en el resultado final)
500 ml. de leche entera
sal y nuez moscada

Fundir la mantequilla en un cazo, añadir la harina y trabajar a fuego suave durante unos 4-5 min. sin dejar de remover, para que se cocine la harina y no sepa a crudo. Calentar la leche hasta que hierva o casi y añadir de golpe... si si de golpe, es el truco infalible para que nunca te salgan grumos.
Que no cunda el pánico, no dejéis de remover y veréis que a medida que suba la temperatura de la masa se va espesando y ligando. Sazonar la bechamel con sal y nuez moscada, si se compra entera y se ralla en el momento de usarla mucho mejor, desprenderá más aroma y sabor.

Una vez puesta a punto se agrega la mezcla de espinacas y piñones y el queso gorgonzola en dadidos, unos 100 gr. Se envuelve todo el conjunto y se extiende en una fuente, se cubre con film transparente y dejar templar a temperatura ambiente para no forzar el frigorífico, después enfriar en él.


Una vez completamente fría la masa llega el trabajo más tedioso a mi gusto de las croquetas, hacer bolitas y pasar por harina, huevo y pan rallado. Por último freír en aceite muy caliente hasta que estén doradas.

Y voilá... este es el resultado!




Lo cierto es que yo las hice para una cena en casa y fueron un auténtico éxito.
También he experimentado con las de pizza y también causaron sensación... pero esa es otra historia del blog.

Mi I+D+i sobre el mundo croquetero está en marcha... seguiré informando.

Kissy kissy